sábado, 28 de noviembre de 2009

28 días


Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Josué 1:9.

Hoy cumplo veintiocho días. La verdad es que estos días no han sido muy divertidos que digamos; como decía la última vez, mejor me hubiera esperado... ¡Yo que iba a saber! Las ganas de conocer a tanta gente maravillosa fueron más grandes que mi paciencia.
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Antes de contar algunas de las cosas que me han sucedido a lo largo de estas semanas, quiero dar las gracias a todos los que han estado al pendiente de mi. Han sido incontables las muestras de cariño hacia mi y hacia mis papás; si no fuera por todas sus oraciones y buenos deseos, las cosas serían mucho más difíciles para nosotros. De verdad, mil gracias a todos; que Dios los bendiga.
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Sé que gracias a tantas oraciones, estoy con vida y pronto saldré del hospital. Les pido de forma especial que así como han hecho oraciones para que yo me recupere, las hagan también por todos los amiguitos que he conocido en mis estancias por los cinco hospitales que he recorrido. Desafortunadamente, algunos de ellos no han tenido la suerte que yo he tenido y seguramente ahora ya no están entre nosotros. Por favor, te pido elevar algunas oraciones y pensamientos positivos por aquellos amigos míos que seguramente en estos momentos, mientras lees esto, se debaten entre la vida y la muerte. En verdad es triste saber que muchos bebés como yo se mueren por diversas causas. ¡Ojalá que todos pudieran sobrevivir!
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La única vez que hasta hoy había escrito, hace veintiocho días, comenté que trataría de escribir seguido para que todos supieran como iba. Las cosas se pusieron algo difíciles y hasta ahora no lo había podido hacer; por otro lado, mis papás han estado muy deprimidos porque, al igual que yo, ellos quisieran que ya estuviese con ellos. ¡Pronto mamá, ya falta poquito! No estés triste papá, sé que es difícil para ti estar lejos de mi mamá y vernos sólo los domingos pero ya pronto estaremos juntos en San Juan del Río con los nenes y los bichitos.
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Después de que por la ansiedad de llegar al mundo nací con dos meses de anticipación en el hospital San José, me trasladaron al hospital del IMSS de San Juan del Río. Allí, a mi mamá la dejaban estar mucho tiempo conmigo y mi papá me veía todos los días. En ese hospital por primera vez mi mamá me cargó; aunque fue muy poquito tiempo, nunca se me va a olvidar, fue muy bonito. Durante mi estancia allí, mi papá me leyó varios Salmos (me gustó mucho el número 23), los primeros capítulos del evangelio de Mateo y del Génesis. También me leyó un cuento que me gustó mucho, se llama Pulgarcito; mi papá me dijo que me lo leía porque Pulgarcito era chiquito como yo. De pronto, me puse muy malita; los doctores me diagnosticaron una infección en la sangre; me quitaron todo el alimento, me dieron muchas medicinas y me pasaron a un área especial. Fueron días muy difíciles; mis papás lloraban mucho porque me veían mal. Yo me la pasaba llorando porque tenía mucha hambre pero por la infección no me podían dar nada de comer.
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Los doctores de San Juan decidieron que debido a mi estado de salud, no podía seguir allí y me enviaron a otro hospital en Querétaro. Allí llegué el 8 de noviembre; me tuvieron cinco horas esperando en urgencias mientras me pasaban a la zona de recién nacidos. Fueron horas terribles para mis papás; conocí por primera vez a mi papá enojado. Él y mi mamá se desesperaron porque no me atendían, él comenzó a gritarles a los médicos y a las enfermeras; amenazó con demandarlos y todo; yo pensé que los iba a golpear. Gracias a eso, le hicieron caso y por fin me pasaron con los recién nacidos. Allí, un doctor habló con mi papá y le comentó que mi estado era grave; todos estaban muy preocupados. Mi papá se regresó con mi tía la Güera a San Juan y mi mamá se quedó con mi abuela Pilli y con Óscar en Querétaro. También ese domingo mi abuela Queta y mi tía Fer estuvieron acompañando a mis papás mientras estaban en el hospital de San Juan.
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Al día siguiente, el lunes 9, comenzaron a moverse muchos conocidos. Arturo, uno de los mejores amigos de mi papá, trabaja en el IMSS y le habló a algunas personas. Pilli y Óscar hablaron con un sobrino suyo que trabaja en la presidencia con Margarita Zavala, la esposa del enano espurio de Calderón. También, mi tía Fer contactó a una clienta suya, Rosa Isela, que trabaja en el Centro Médico de la Ciudad de México. Debido al maltrato de que fuimos objeto en el IMSS de Quererétaro, mis papás perdieron la confianza en ese hospital. Gracias a toda la serie de contactos, ese mismo lunes me trasladaron en una ambulancia al hospital de pediatría del Centro Médico del IMSS en el Distrito Federal; decían que allí tenían el mejor equipo, instalaciones y médicos para tratar casos graves como el mío. Para mí ha sido muy triste descubrir que para recibir un trato digno en instituciones públicas como el IMSS, hay que echar mano de influencias; ¿por qué no todas las personas pueden tener una atención digna y oportuna? ¿por qué se maltrata a la gente humilde que no puede defenderse? ¿cuántos niños mueren diariamente en nuestro país por falta de atención o por negligencia médica? Con tristeza me voy dando cuenta que hay cosas que no funcionan bien en el país en el que elegí nacer.
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Mi mamá se fue conmigo en la ambulancia; al principio yo venía tranquila pero después me empezó a dar hambre otra vez y comencé a llorar mucho. Pobrecita de mi mami, yo contemplaba su cara de sufrimiento por no poderme consolar. Hubiera querido dejar de llorar para que ella no sufriera pero en verdad tenía mucha hambre, eran ya muchos días sin probar alimento. ¡Perdóname mamá! Llegué al Centro Médico en la noche y de inmediato me pasaron, ¡vaya diferencia! Los doctores me atendieron de inmediato; me hicieron estudios y me valoraron. Comenzaron a retirarme algunos medicamentos y también ¡por fin! me empezaron a dar de comer. Primero poquito; después, como vieron que comía bien, me fueron aumentando las dosis.
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Durante los cindo días que permanecí en el Centro Médico, tanto mi mamá como mi papá estuvieron en el D.F. y se quedaron a dormir con mis tíos Fer y Ricardo; ellos son unos excelentes anfitriones, igual que mi abuela Queta. Mi mamá está de incapacidad, así que no tiene que ir a trabajar; sin embargo, mi papá sí faltó durante esa semana a las escuelas en las que da clases. Afortunadamente, en todos lados recibió mucho apoyo de sus compañeros e incluso de sus alumnos; sé que también que muchos de ellos estuvieron orando por mi recuperación. Mi mamá se está quedando en la casa de mi abuelo el Moyo, allí se siente acompañada por él aunque no deja de sentirse triste y de llorar.
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Algo maravilloso que me sucedió en el Centro Médico fue que me comenzaron a dar leche de mi mamá; ¡qué cosa más deliciosa! En verdad que no hay nada más rico ¡Mmmmmhh! Pero lo mejor que me ha pasado durante estos primeros veintiocho días de vida sucedió el miércoles 11; nunca lo olvidaré. La doctora Madrigal le permitió a mi mamá que me diera leche directamente de su pecho. ¡Ufff! Allí me di cuenta lo maravillosa que es la vida; ese día decidí que le echaría todas las ganas del mundo para sobrevivir y volver a alimentarme directamente de su pecho. Nunca olvidaré su mirada de amor mientras yo succionaba ese líquido delicioso y tibio. Satisfecha, me quedé dormida de inmediato; la emoción fue enorme. Desde aquel día, no deseo otra cosa que volver a alimentarme de esa forma; no nos han dejado los doctores hacerlo de nuevo pero sé que pronto lo haremos otra vez. ¡Te quiero mucho mamá! ¡Gracias por ser quien eres! ¡No me equivoqué al escogerte!
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Al día siguiente, me trasladaron al hospital del IMSS que está en la avenida Gabriel Mancera, en la colonia Narvarte. Nuevamente fue gracias a Rosa Isela que me dejaron allí; originalmente me iban a enviar de regreso a Querétaro pero gracias a ella y a su esposo, me dejaron en el D.F.; creo que fue lo mejor después de la mala experiencia en Querétaro. También recibí apoyo del Doctor Delfín, director del hospital de pediatría del Centro Médico, porque es gran amigo de mi abuelo Chava y de una prima de mi mamá... ¡Qué coincidencias y de nuevo que triste es que en mi país haya que recurrir a influencias para recibir un trato digno por parte de las instituciones públicas! Lo del Doctor Delfín fue muy curioso. Primero, la prima de mi mamá habló con él por teléfono y ya con esa referencia mi mamá lo visitó en su oficina. Una hora después, mi mamá recibió una llamada en su celular del mismo doctor Delfín diciéndole que mi abuelo Chava le había llamado para pedirle apoyo porque son muy buenos amigos. Mi abuelo y la prima de mi mamá se conocen porque todos son bohemios de corazón. ¡Qué mundo tan pequeño, tan pequeño como yo!
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Desde el jueves 12 que llegué al hospital de Gabriel Mancera he estado mucho mejor. Lo malo es que mi papá se tuvo que regresar a San Juan por su trabajo y para atender a los bichitos y a los nenes. Ahora sólo lo veo un ratito los domingos. Sin embargo, mi mamá y él hablan todos los días por teléfono y ella me platica de él. Sé que, igual que mi mamá, ha andado muy deprimido por no poder estar con nosotras; ¡ánimo papá, ya pronto salgo de aquí! Ya no estés triste, falta muy poco para que estemos juntos y me vuelvas a leer Pulgarcito, el Salmo 23 y el evangelio de Mateo.
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Es increíble la cantidad de cosas que pueden pasar en veintiocho días. Sería imposible contarlas todas. He conocido a muchos bebés y a sus papás; detrás de cada uno hay muchas historias. Dios los bendiga a todos. Por cierto, hablando de Dios; el martes pasado una señora fanática y muy metiche le dijo a mi mamá que me "deben" bautizar... ¿Y quién le preguntó? ¿Qué cosa es eso de que los bebés nacemos con un pecado y por eso "tienen" que bautizarnos? Pase lo que pase, mis papás han decidido que no me impondrán ninguna religión. Ellos piensan que Dios es mucho más grande que cualquier institución creada por los seres humanos. ¿Qué se creen los ministros de las distintas religiones para sentirse intermediarios entre Dios y las personas? ¿Cómo es que un señor que vive en un palacio y rodeado de riquezas dice representar a ese ser maravilloso que hace dos mil años vivió en la pobreza predicando un mensaje de amor, alejado de cualquier religión? Dios y yo tenemos comunicación directa, no necesito de ningún intermediario.
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Por mi salud han orado muchos laicos, católicos, protestantes, judíos, testigos de Jehová y hasta musulmanes. A todos se los agradezco de corazón porque sé que cada quién lo ha hecho desde su muy respetable fe. ¡Bendita sea la libertad de credos y bendito el respeto por las creencias de cada quién! A esa señora del Opus Dei le digo que no se meta en lo que no le importa; allá ella y su fanatismo medieval, que tenga las creencias que quiera pero que respete a los que pensamos de forma distinta.
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Durante este par de semanas, poco a poco he ido ganando peso. Los doctores dicen que estoy muy bien, ya sólo estoy en fase de recuperación. Tengo un pequeño soplo en el corazón, pero nada de cuidado. Nací pesando mil 450 gramos; por la infección, bajé hasta menos de mil 200 pero ahora ya estoy cerca de los mil 700 gramos. Hoy le dijeron a mi mámá que por primera vez van a probar dejándome en una cuna, fuera de la incubadora. Si regulo bien la temperatura de mi cuerpecito, ya no me regresan a esa pecera. Le voy a echar muchas ganas para que así sea; sin embargo, si no reacciono bien, me regresan a la incubadora y probamos en unos días más. A mi ya me anda por que me den de alta, irme a San Juan, conocer a los bichitos y a los nenes, dormir con mis papás y alimentarme de mi mamá.
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No sé cuando vuelva a escribir pero ya te avisaré. Mientras tanto, si has llegado a leer hasta aquí te doy las gracias por tu interés, tus oraciones y tus buenos deseos. Ten por seguro que yo estaré pidiéndole a Dios por ti y por tus seres amados.

4 comentarios:

  1. Hola Sabina linda!
    Que felicidad que ya estes mejor! Espero que pronto cumplas tu deseo de estar en San Juan con tus papas que tanto te quieren!
    Sigo teniedote en mi mente y en mi corazon, espero pronto tener mas noticias tuyas!
    Te mando muchos besitos!
    Lili

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  2. Huolaaa Sabina!!
    Que bonitas lineas escribes, no cabe duda que tienes el corazoncito escritor como el de tu padre y un alma linda como la de tu madre.
    Es triste estar lejos de tus papis en estos momentos, pero en oraciones y con muy buena vivra estaremos pendientes de tu recuperacion que hasta ahora (a pesar de todo lo que has vivido en estos 28 dias) va excelente.
    Estamos seguros que pronto estaras con tus papis y te mandamos muchos besos, abrazos y la mejor energia para que sigas recuperandote.
    Los queremos mucho a los tres y les enviamos nuestros mejores deseos y oraciones en esta etapa.
    Un abrazo desde Montreal
    Daniel

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  3. Hola sabina te mando un fuerte abrazo y un gran beso desde Cancun, soy amigo de tu papa, desde hace unos años, tristemente no hemos podido compartir los ultimos años y me gustaria estar apoyando a tu papi a tu mami y a ti en estos dias, rezare para que dios este contigo y que pronto este tu papa cambiandote los pañales en San Juan de rio, que espero conocer pronto para llevarte un gran regalo Dany Díaz

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  4. Sabina eres maravillosa, la bb más linda y luchadora que llegó al mundo en noviembre.
    Tus papas son igualmente bellos, seres llenos de amor y muy valientes, aunque Paco llore tanto, pero tiene un gran corazón,ambos son excelentes amigos ; muy pronto estarás en San Juan en casita!
    Te queremos desde que supimos que vendrías al mundo aunque no sabíamos que iba a ser tan rápido.
    Ya te queremos conocer, con todo cariño tus amigos de 2 y 4 patas de La Cienega!!
    Un apapacho

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